Todo el mundo adora a los Killers. Incluso quienes no han oído una sola nota de su música. Queda bien decirlo en público: "Me gustan los Killers". A mí me gustan, aunque creo que en el último disco sólo hay una buena canción ('Human').
Sin embargo, he de agradecerles que me hayan servido para redescubrir a A-Ha. Los Killers me recuerdan mucho a A-Ha, y también a los Cars (y a muchos otros, a decir verdad). Esa épica electrónica, con algún que otro guitarrazo, era la seña de identidad de los noruegos A-Ha. Resulta paradójico: al contrario que los Killers, ellos siempre fueron clasficados como un grupo apestosamente comercial.
Soltar aquí una serie de alegatos a favor de A-Ha es absolutamente innecesario: quienes tenemos ya cierta edad y gozamos con las buenas canciones, sabemos lo buenos que eran. A mí me gustaron desde siempre. Su primer disco, Hunting high and low (1985), contenía joyitas como la maravillosa 'Take on me' (uno de los mejores vídeos de la historia; seguramente, el primer gran clip de animación), 'The sun always shine on TV' o la deliciosa balada que daba título al álbum (también con un precioso vídeo inspirado en el reino animal). Recuerdo que fui a verles en directo no hace mucho, hacia el año 2002, en La Riviera, y gocé lo que no está escrito.
Anoche estuve husmeando en el estante de la A de mi discoteca y me topé con cuatro discos relativamente recientes del trío: un directo (How can I sleep with your voice in my head', 2003), y tres discos de estudio, Memorial beach (1993), al que en su día ni si quiera me molesté en quitar el envoltorio; Minor earth major sky (2000), que incluía otro caramelito, 'Summer moved on'; y Lifelines (2002), con 'Forever not yours' o la propia 'Lifelines' como temas estrella.
Pienso darme un atracón de A-Ha en los próximos días. A la salud de los Killers.
Re-descubrimiento
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17/12/08