Esta mañana le he quitado el polvo a un disco titulado All that may do my rhyme, del tejano Roky Erickson. Un CD que escuché bastante a mediados de los noventa y que, injustificadamente, estaba atrapado y perdido en medio de un montón de mediocridades en el estante de la letra R.
"Un buen disco para escuchar en el coche", me he dicho.
Efectivamente, es un disco grandioso. Roky, ex líder de los psicodélicos 13th Floor Elevators, fue detenido a finales de los sesenta por poseer ¡un simple porro! La cosa se complicó y terminó encerrado en un manicomio. Allí le diagnosticaron esquizofrenia y fue sometido a terapia de electroshock, que le dejó tocado. Cuando le soltaron pasó varios años arrastrándose por las calles y viviendo de la pensión de la seguridad social. Con este disco reapareció en 1995 (en el sello del batería de los Butthole Surfers). Con voz de rata alcohólica canta hermosas canciones perfumadas de Creedence, Bob Dylan, los Stones y Grateful Dead. 'Starry eyes" ('Ojos estrellados') es sencillamente magistral. Además, el disco tiene la peculiaridad de incluir dos temas que se titulan igual (pero son diferentes): 'For you'.
Roky Erickson: 'Starry eyes'...
Roky Erickson
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21/8/07