Un Lennon de andar por casa

. 20/11/06

Acabo de terminar el libro John, de Cynthia Lennon, publicado el año pasado en Inglaterra y presentado en España hace poco más de un mes dentro de la siempre jugosa colección Ma Non Troppo de la editorial Robin Book.
Quien espere encontrar una meticulosa biografía del ex Beatle, se llevará una notable decepción. John no es un exhaustivo itinerario por la obra de Lennon aderezado con toneladas de datos y fechas, sino más bien la biografía de una pareja: la formada por el músico y su primera esposa (y autora del libro). Cynthia Powell arroja luz sobre el Lennon menos conocido: el Lennon de puertas para adentro, el Lennon novio, marido y padre. El texto es una historia de amor con final infeliz, que indaga deliciosamente en cómo digiere el joven Lennon el paso del anonimato al estrellato, cómo resuelve sus conflictos afectivos y cómo da la espalda a los problemas con una facilidad pasmosa. Cynthia escribe con una prosa simple y cálida, evocando momentos clave como los conciertos en The Cavern, los viajes a Hamburgo o la propia historia de Brian Epstein, pero no rehuye los episodios más oscuros, como cuando John le pegó al principio de su relación o su relación recreativa con las drogas (en especial, el LSD).
La autora se esfuerza en dejar claro que hay un Lennon antes de Yoko Ono y un Lennon después de Yoko Ono. Para Cynthia, la artista japonesa es un personaje siniestro, que arranca al músico de sus raíces (de su familia y de los otros Beatles) y lo manipula hasta convertirlo en un hombre demacrado, excéntrico y, paradójicamente, comprometido socialmente hasta límites, según su primera esposa, ridículos. Como pregunta un pequeño Julian, aparentemente desatendido por John, a su madre en una de las frases más impactantes del libro: "Papá siempre está diciendo al mundo que se quieran unos a otros, pero ¿por qué no es capaz de amarme a mí?"
La ultimísimas líneas del libro resumen perfectamente el tono: "Si hubiera sabido, cuando era joven, lo que acarrearía enamorarme de John Lennon", reflexiona Cynthia, "me habría dado media vuelta y me habría alejado".