Dinero, dinero

. 14/4/08

Obús fueron grandes en los ochenta. Llenaban el Pabellón de Deportes del Real Madrid y fueron número 1 de 40 Principales. Creo que durante mi etapa heavy nunca los vi en directo; o si los vi, no lo recuerdo (bastante problable en esos días). Ahora que lo pienso, cuando hacía programas heavies en radios libres (estoy hablando de 1985) fui a una entrega de ¿disco de oro? a Obús en la sala Long Play, en la plaza de Vázquez de Mella (me dicen que la sala hoy se ha convertido en un santuario gay, en consonancia con la zona). Allí les hice cuatro preguntas con una grabadora del tamaño de una caja de zapatos.

Obús tenían mala fama: se decía que eran malos de solemnidad. La combatieron tocando cuatro o cinco temas en directo en un especial de Tocata (donde todos hacían uno o dos temas y en riguroso playback). Pero la comunidad heavy les tenía un cariño enorme. Existía esa rivalidad Barón Rojo-Obús, que con Leño completaban el gran triunvirato del heavy rock español. Fortu, el cantante, era una figura colosal: al contrario que pasaba con Sherpa en Barón Rojo, que compartía liderazgo con los hermanos De Castro, Fortu era Obús. Tenía, además, una imagen demoledora (Barón iban más de andar por casa y estaban calvos): melena impresionante, ajustadísimas mallas negras, chalecos molones, tachuelas, muñequeras... Puede que Obús no fueran unos virtuosos, pero tenían unas canciones que eran pura dinamita: 'Dinero, dinero', 'Va a estallar el obús', 'Deprisa, deprisa', 'Mi moto', ese himno etílico llamado 'Vamos muy bien', 'El que más' ("Pasándote costo ... tirando de un bolso")...

Años después creo recordar que Fortu se fue a Estados Unidos y grabó algo con músicos de allí. Luego le golpeó la tragedia (murió su hija), y se reenganchó al rock local en Saratoga. Dicen que, desde hace unos años, regenta un mesón en Chinchón.

Anoche vi a Fortu en un programa llamado 'Vidas anónimas': un título que no puede ser más humillante para una ex estrella del rock. Pero estaba simpático, preparando una imponente fabada en su casa o levantando pesas en un gimnasio de barrio. Le visitaba Alaska en el local de ensayo (una imagen que habría derribado la credibilidad de ambos hace 25 años), y hacía piruetas en la calle sobre unos patines de ruedas. Pero Fortu seguía supurando rock and roll. Pocos hay (y ha habido) como él. Un grande.

La edad de oro del heavy metal español: Fortu (primero por la izda.), con su banda, Obús