Mi idea de la felicidad es...
Escuchar en Radio Clásica, en el coche, una maravillosa pieza del Renacimiento francés interpretada por una sola voz femenina, a capella. Es música para el alma. Aguanto la escucha hasta el final, esperando que la locutora aporte datos: compositor, título, intérprete. Busco torpemente, presa de la excitación, un bolígrafo en la guantera. Lo encuentro y anoto en un trozo de papel lo que, deduzco, es un nombre en francés. Sé que no está bien escrito.
Al día siguiente busco en la web de RNE la programación de Radio Clásica. Lo encuentro. Adrien Le Roy. También el título de la obra. Siguiente parada: Amazon. Encuentro esa música en una recopilación: misma versión, mismo intérprete.
Mi idea de la felicidad es pulsar el botón de comprar, recibir el disco, una semana después, y escuchar, otra vez en el coche, esa música de pagana belleza. Y antes de eso, además, abrir el sobre del envío y encontrar otro disco más. También de música renacentista francesa, incluso con algo de Adrien Le Roy. Gratis, cortesía del vendedor (una tienda/sello/colectivo musical estadounidense). Otra maravilla.
Qué cosa más tonta, pero qué feliz me ha hecho.
Felicidad
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9/4/08