Sí, la viva imagen del madridismo. En la primera instantánea, las apariencias que (casi siempre) engañan: este caballero sube al estrado con talante moderado, traje oscuro y corbata y pañuelo a juego, color malva. El señorío, el club de los caballeros, que se decía antaño. Después, se destapa la cruda realidad: lo que el club lleva dentro. Bajo una obsoleta camisa a rayas diagonales, que estuvo de moda hace 12 años, irrumpe una camiseta antiestética, con la bandera española impresa (¿por qué la bandera española y no el escudo del club?) y un sutil estampado que, si se fijan, parece que imita el frondoso vello corporal de un macho ibérico, tipo Alfredo Landa. Y el nombre de un jugador que pasó a la historia por pisar, con su bota de tacos, la cabeza del finísimo futbolista alemán Lothar Matthaus (miren aquí, en el 00'51''). El gesto, desde luego, no es propio de un gentleman. Si hay una imagen que vale más que mil palabras, es ésta.