"Si Hilario estuviera aquí, no se lo creería", dijo un sembrado Javier Batanero antes de tocar "Clave secreta".
Efecticamente, Hilario Camacho tuvo que morirse para llenar un teatro del tamaño del Lope de Vega, donde se reunieron ayer cantautores de varias generaciones para recordar sus canciones. Una noche en la que, en la mejor tradición de la canción de autor, se habló casi tanto como se cantó.
Lo mejor: un locuaz Kiko Veneno, la emotiva reunión de Dolores, la ironía corrosiva de Batanero, la entrañable discreción de Suburbano, la extraordinaria voz de Esmeralda Grao y la comedida presencia de Moncho Alpuente como presentador.
Lo peor: los berridos de un espasmódico Iván Ferreiro abortando la delicada "Tristeza de amor", la vergonzosa versión de "You've got a friend" a cargo de Javier Álvarez, la chulería de Jabier Muguruza, la indescifrable verborrea de Manolo Tena y la omnipresencia del maestro de ceremonias.
Homenaje a Hilario Camacho
.
24/10/06