Enhorabuena, Mercedes Milá, por haber acuñado una expresión tan tonta. Cada vez que oigo eso de "cerramos los teléfonos" me viene a la mente la imagen de unos teléfonos abiertos, con los cables al aire. ¿No sería más coherente decir "colgamos los teléfonos", "cerramos las líneas" o simple y llanamente "dejamos de atender sus llamadas"?
El lenguaje televisivo no deja de aportar terminología absurda; absurda porque siempre hay una expresión igual de sencilla pero más apropiada. Una de mis favoritas, ya clásica, es la de "vamos a publicidad". Ahí la medalla hay que ponérsela a Emilio Aragón, cuando aún era Milikito, que en el "VIP Noche" de aquellos impagables primeros tiempos de Tele 5 soltaba continuamente aquello de "Dani, vamos a publicidad". Me irrita especialmente por dos cosas: en primer lugar, porque a mí me suena a jerga interna de la tele, como si se dijera "vamos a cabecera" o "vamos a separador"; y después, porque quien recurre a las muletillas es porque va en piloto automático y renuncia a la posibilidad de pensar en otra(s) frase(s) alternativa(s). Lo malo es que la frasecita ya ha traspasado fronteras de programas y canales y ahora todo el mundo "va" a publicidad...
Me acuerdo ahora también de ese penoso narrador de partidos de fútbol de Telemadrid, que invariablemente, cuando quedaban 5 minutos para el final del encuentro, pronunciaba la frase "al término del partido se quedan con el cine", siempre con las mismas palabras y en el mismo orden. (Por supuesto, no me tragaba todos los partidos, pero sí los del Atleti, y al menos en esos siempre caía; o nos tenía manía o es que lo decía siempre.) Qué frialdad, qué falta de imaginación, qué tristeza más grande.
Cerramos los teléfonos
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1/12/06